viernes, 25 de febrero de 2011

Alejados

Y poco a poco se marchó el día
viendo, como pésimas personas,
seguían manteniendo su vida.

Un llanto de la esperanza,
un pulso desequilibrado
para los que no tienen la palabra.

Se enterará de su desigualdad,
en unos años, y poco acomodado,
luchará, la verdad.

¡Cobardes!, ladrones de sueños,
creadores de infiernos,
tormentas de los cielos.

Pero sólo con que mi mente,
pueda acordarse de ellos,
ya nunca estarán en el olvido.

No como vosotros, olvidados,
antes y después de muertos.