domingo, 7 de febrero de 2010

Estirado en el suelo mirando al techo


En una habitación oscura,
encerrado sólo, apartado en una esquina,
miro a mi alrededor ameno
y que no hay nada contemplo.

¡Luz oscurecida de mi mente,
no sabe que pensar sin verte!
me retuerzo y a la misma vez
mi mente me retuerce.

Tiempo cansado, lento y rápido,
agotador, vivo me trae dolor,
como miles de cuchillos
en un solo corazón.

voz... ¿qué voz?
hablo para ti y nadie me escucha,
un grito en el vacio
que jamás será compartido.

Tengo ganas matar y de morir,
tengo rabia hasta de mí,
tengo el corazón a mil
y no debe callar.

Te hablo, lo olles,
te recuerdo que estoy ahí,
donde la tristeza me atrapa
pero la rompo con mis alas.

No encuentro la solución,
mis músculos se contraen,
ya sin fuerzas solo
para cambiar de posición.

Quiero gritar y me toman por loco,
quiero beberte y me toman por poseso,
quiero sentirte dentro de mí
quiero esto o morir.